El pasado viernes se aprobó el Plan Extraordinario por el Empleo en Castilla la Mancha, un conjunto ordenado de medidas que tiene como objetivo lograr un impacto positivo sobre el mercado regional de trabajo. Este Plan se articula sobre dos grandes retos: uno reducir el desempleo juvenil y otro dirigido a combatir el desempleo de larga duración, dos colectivos con mayores problemas de empleabilidad y enmarcados en una coyuntura de débil recuperación. Esta apuesta laboral y formativa por parte del gobierno regional cuenta con una inversión total de 224.000 euros y tiene como objetivo llegar a 60.000 personas en situación de desempleo en nuestra comunidad.
Dentro de las medidas aprobadas en este Plan, se establecen ayudas para la formalización de contratos para la formación y el aprendizaje para jóvenes sin cualificación y ayudas para su transformación en contratos indefinidos. De esta manera, los empresarios van a tener mayores facilidades a la hora de contratar ya que se va a cubrir parte de los gastos salariales como, por ejemplo, los relacionados con el desarrollo de las acciones formativas, incidiendo tanto en la mejora de la calidad laboral como de la formación recibida. Respecto a las personas que han agotado su prestación por desempleo, se gestiona una ayuda de 4.500 euros (en colaboración con las Diputaciones y Ayuntamientos) para un contrato de seis meses de duración.
También se ha regulado la formación profesional para el empleo a la que pueden recurrir tanto los jóvenes como los desempleados que han perdido sus prestaciones, y en donde participan los centros de formación tantos públicos como privados.