Para poner en marcha el nuevo modelo de atención a domicilio, la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales publicó ayer la orden sobre los nuevos convenios de colaboración con ayuntamientos y también la que regula la acreditación de las empresas, organizaciones o autónomos que presten estos servicios, algo clave para el nuevo sistema que se quiere implantar de ‘cheque-servicio’ en aquellos municipios en los que no haya convenio o en los que el presupuesto primero se haya agotado.
Entre los requisitos que se ponen está la cualificación profesional de los auxiliares de ayuda a domicilio, que deberán tener un título de FP de grado medio de atención a personas en situación de dependencia de atención sociosanitaria o de cuidados auxiliares de enfermería. Otra opción es que cuenten con un certificado de profesionalidad de atención socio-sanitaria. Estos requisitos serán obligatorios para el 100% de la plantilla a 31 de diciembre de 2015. Ahora bien, se permitirá una cobertura del 50% siempre que en la zona no haya demandantes de empleo suficientes que reúnan esas características. Antes de esa fecha de 2015 se establece un periodo transitorio en el que también podrán trabajar las personas que estén en proceso de conseguir el certificado de profesionalidad y las que puedan acreditar experiencia laboral en esta materia de al menos 12 meses en los últimos 4 años.
La orden de la Junta especifica también la cartera mínima de servicios. En atención de las necesidades domésticas figuran limpieza, preparación de alimentos, lavado, tendido, planchado, compra de alimentos y productos básicos y tareas de mantenimiento. En atención personal está la ayuda para levantarse o acostarse, el aseo, el apoyo en la movilidad o la ayuda a comer, vestirse, calzarse o realizar cambios de postura.